C A R R I N D A N G O

De la pregunta por el hábitat de la memoria y sus puentes con lo externo surge Carrindango, un viaje a las raíces del registro interno donde los hechos aún no son historias sino más bien texturas, sensaciones. Un intento por tocar los enclaves primarios desde donde se construye el UNO y el contacto con el OTRO. Carrindango es una obra multidisciplinaria montada en un espacio alternativo. Se vale de diversos lenguajes para poder realizar un recorrido de un movimiento acorde a lo cambiante del mismo. La música es el hilo conductor donde se entrelazan la danza, el teatro, las proyecciones y la poesía. El espacio juega un rol fundamental por varios motivos: es dinámico, no se trata de un “escenario” en sentido clásico sino más bien es un “lugar” que el público habita junto con la obra, cambian la direccionalidad, el aspecto y la distancias. Por otro lado la obra busca romper con el entorno “natural” del arte sacándolo de las “salas” y llevándolo a los lugares donde “sucede o sucedió la vida” contextos donde se gestaron esas texturas, ese registro interno; por ejemplo: una casa abandonada, donde está la carga de lo vivido dándole sentido y profundizando el mensaje artístico; generando un lazo más directo con el público que, como nosotros, construyó su memoria en ámbitos como LA CASA. “¿Cuál es la estructura de la memoria entonces? ¿Será parecido a construir una gran canción de estribillo variable, deforme, mutante, peligroso?”